Nadie me cree o me toman de a loco cuando digo que el prototipo de película de ciencia ficción ha sido y, mientras no salgamos al espacio de manera rutinaria y vivamos en otros mundos, será 2001: Una Odisea Espacial. Unos aducen que es aburrida, porque es lenta y no hay prácticamente diálogo. Mas aún, los datos técnicos que Clarke revela en su novelización Kubrick los borra simplemente. Sin embargo la combinación visual, la fidelidad científica (excepto por el hecho del monolito) y la excelente música clásica usada por Kubrick hacen de ésta la mejor película de CF jamás realizada, nada que ver con las películas actuales de CF espacial (aunque hacer una aclaración así es un poco necio. Pienso yo que toda película que se precie de CF tendría que tener el elemento espacial de algún modo metido en la historia, al final es el espacio y el misterio que guarda su vacío lo que inició las historias de CF).
Sin embargo, aunque es correcto hacer ésta distinción terrible, si hay que elegir sería interesante olvidarnos de 2001 y considerar que no existe, para que no apantalle a las demás. En ese caso una de mis películas favoritas de CF es Stargate. Es una combinación bastante bien lograda de aventura, un trasfondo científico que para la época era bastante imaginativo y que en la actualidad está más allá de nuestros más grandes sueños y los sueños delirantes de pseudocientíficos como Zecharia Sitchin o Erich von Däniken.
Muchos que no conocen Stargate, la película, o han visto parte solamente (o a aquellos que solo les gusta ese cine rancio que llaman cine de arte solo por tratar temas «progres» de la realidad) la odian. Para que les den ganas la describiré.
La aventura nace de un artefacto que encuentran en Egipto, hecho de un mineral desconocido en la Tierra lo cual recuerda y le da un regustillo a la primera parte de las películas de Indiana Jones. El artefacto es un anillo el cual es encontrado cubierto por piedras y enterrado como si se tratara de esconder para siempre. Posteriormente un arqueólogo, especializado en Egipto, i.e. un egiptólogo, nos es presentado como el link con las fantasías delirantes de Sitchin y Däniken que si el lector alguna vez las ha leído se dará cuenta que podrían ser un éxito al ser adaptadas en una novela o en el cine, pues aquí forman el núcleo del pasado que nos presenta la aventura. Éste doctor en arquelogía, Daniel Jackson tiene unas teorías particularmente familiares acerca de las pirámides: que fueron construidas por extraterrestres.
La desventura de Jackson como arqueólogo la vemos en sus últimas fases de decadencia, como un paria de la comunidad científica ortodoxa (que para ser claros, en la realidad tal cual es a la que yo apoyaría). Sin embargo, y aquí entra otra vez la aventura en su sabor militar, la hija del arqueólogo que desenterró el Stargate lo contrata para decifrar las escrituras en éste. No obstante, el proyecto está bajo los auspicios de los militares, los cuales son presentados como unos insensibles y prepotentes, excepto por el elemento de suavidad que es Jack O’Neil, un coronel que eligió el retiro ya que su hijo se disparó accidentalmente con su arma de servicio. Y O’Neil es llamado al servicio nuevamente por si Jackson tiene éxito.
Al parecer todo mundo ya tenía idea, en el proyecto, de para que demonios servía el anillo ese, aunque las traducciones de las piedras que cubrían el artefacto eran inexactas según Jackson que es cuando dice que en las escrituras no dice puerta del cielo sino puerta de las estrellas, o en inglés stargate, lo cual de todas maneras no sorprende mucho a sus jefes y compañeros, solamente se sorprenden por la rapidez con la que decifró esos jeroglíficos.
Pero la tarea de Jackson, como se puede inferir, es una tarea en que tal vez decenas han fracasado, ya que para lo que se le requiere es para descifrar unos jeroglíficos que no coinciden con los jeroglíficos egipcios de cualquier época. En un instante de intuición, Jackson logra relacionar los símbolos con constelaciones. Aunque en éste punto la película comete errores matemáticamente imperdonables como que para determinar un punto en el espacio son necesarios siete coordenadas, seis que determinan la posición de éste y una el origen (Cuando en realidad serían solo tres y es algo que las series finalmente resuelven con bastante fluidez), finalmente a Jackson se le muestra el Stargate y se revela que el equipo ya sabía lo de los símbolos y las constelaciones, solo que no encontraban el séptimo símbolo (el punto de origen) para conectar. Al parecer habían estado años discando el Stargate sin resultados y posiblemente estaban a punto de tirarlo a la basura como maquinaria inútil. Pero Jackson, descubre que el séptimo símbolo que aparecía en el cartucho de símbolos extraños estaba representado de una forma mas simple en el anillo giratorio del artefacto. En la película se interpreta como el símbolo de una pirámide con el sol sobre su vértice, lo cual luego será ignorado y cambiado en las series al considerar que los constructores de los stargates no son la especie de Ra (que en la película no tienen nombre y en las series se les da el nombre de Goa’uld) el extraterrestre que al parecer esclavizó a la humanidad.
Un vez dicen que son unos idiotas, que siempre lo tuvieron en sus narices, deciden activar el stargate y se abre el agujero de gusano con apariencia de charco de mercurio o agua brillante que a muchos nos encanta. Y para ellos se abre la aventura al estilo Lawrence de Arabia combinado con Sitchin y con los efectos especiales más alucinantes para esa época que luego permitió las series. Tal vez uno de los datos curiosos de la película es que, yo odiando la mayor parte del trabajo de Roland Emmerich, es una película hecha por Emmerich que es de las pocas que se salva, junto con Moon 44, de una quema en la hoguera de la ignominia (sin embargo es claro que está a millones de años luz de 2001, aunque no mas lejos de 2001 que Avatar la tan aclamada por wannabies de la CF, incluso yo diría que Stargate supera a Avatar en historia, definitivamente no en efectos especiales pero ésto último solo es cuestión de los tiempos en los que se hicieron). Tal vez es que Roland Emmerich va a la inversa de los directores normales: mientras más experiencia menor calidad. Otro dato curioso es que en la traducción al español en México a la puerta de las estrellas, puerta estelar o stargate le pusieron puerta del tiempo, tal vez porque los estúpidos traductores no fueron lo suficientemente inteligentes para ver que no era sobre viajes en el tiempo sino viajes por el espacio.
Aunque Devlin (el escritor del libreto) y Emmerich tenían planeado hacer una trilogía de Stargate tal vez fue mejor que no metieran más sus manos en su propia idea, pero el que haya visto la no muy agraciada 10000 A.C. (de Emmerich) y Stargate verá algún paralelo entre Ra (de Stargate) y El Todopoderoso (de 10000 A.C.). Stargate fue estrenada en 1994 y en México no recibió gran publicidad a tal punto que cuando le hablo a la gente de la película algunos me corrigen haciendo referencia a la serie, tal cosa es comprensible ya que en Estados Unidos tampoco fue un éxito de taquilla o de la crítica (pero he de decir que en general me importa un pepino si una película no la vió mucha gente o si la crítica no la favorece, si a mi me gusta está bien; confío mas en mi apreciación estética que en la de un amargado que escribe en un periódico o sale en tele que quiso ser cineasta y no pudo).
En 1997 en gringolandia fue estrenada la primera de la series basadas en la Stargate de Emmerich. Primero transmitida por Showtime, Stargate SG-1 daba una continuación a la película un año después en la línea temporal de Stargate. Ambos proyectos difieren en ciertos puntos, que sin embargo son fáciles de entender, en cuyas implicaciones ni Emmerich ni Devlin habían caído en cuenta en la película original. Uno de los ejemplos mas claros es que a Ra se le presenta en la película como un humanoide que posee el cuerpo de un joven humano primitivo, lo cual es absolutamente ilógico, tanto que en el momento de la muerte de Ra se ve como la forma del joven humano desaparece y queda expuesto el humanoide original. Como solucionan los productores de SG1 el problema: deciden que hacer caso omiso de la conclusión de que Ra era el último de su especie y consideran que Ra y toda su parentela son una especie parasitaria, que toman control del sistema nervioso de sus huéspedes. Otro problema es que en Stargate los símbolos de la puerta en el planeta de Ra (que en la serie se denominaría Abydos) son totalmente distintos de los de la puerta en la Tierra: para solucionar el problema en SG1 se opta por considerar que todos los planetas tienen el mismo juego de símbolos que en la Tierra, excepto uno que se designa como el símbolo del planeta en el que la puerta se encuentra. Así los símbolos dejan de representar coordenadas matemáticamente incorrectas (lo cual se hace explícito muy avanzada la serie cuando se revela que los Goa’uld no son los constructores de las puertas, lo cual ya se leía entre líneas en las primeras temporadas de SG1) y pasan a ser códigos representativos de las puertas, ni siquiera de los planetas, ya que como se puede ver en la primera temporada de SG1, los stargates pueden ser llevados a bordo de naves. Consecuencias de ésto es la intromisión mas explícita del elemento Sitchin y Däniken: Los Goa’uld tiranizan a los humanos que sacaron de la Tierra dándose el nombre y el aspecto de dioses, cuyos poderes son indiscutibles debido a su control de la tecnología que parece magia para los humanos. Por otro lado la fuerza casi sobrehumana de los guardias Horus y de Anubis es interpretada en SG1 como consecuencia de que a ciertos humanos los Goa’uld los modificaron genéticamente para que pudiesen ser usados como incubadoras vivientes de su progenie y como soldados mejorados con mayor fuerza y resistencia, para lo cual los hacen dependientes de los Goa’uld y sus simbiontes inmaduros que cargan en una bolsa abdominal que funcionan como sustituto de su sistema inmune debilitado o inexistente.
Así SG1 produce un ambiente mucho mas maduro en el que desarrollar las historias. Sin embargo lo que les molestó a muchos de SG1 y Stargate Atlantis, la segunda serie de la saga, fue cierto estancamiento que iba y venía en ambas series. Sin embargo ese estancamiento no era por la périda de creatividad en las historias sino que los productores estaban haciendo un trabajo excelente al extender las historias y no comprimirlas como es común en la actualidad. Por otro daban tiempo a que conocieras mas a fondo a los personajes que habías comenzado a querer, otra muy criticada estrategia para la saga. Por otra parte también estaba el hecho de que SG1 y SGA no eran totalmente seriedad sino que el humor abundaba con mayor o menor fortuna, pero se agradecían los intentos, definitivamente SG1 hubiése sido un bodrio si en vez de Richard Dean Anderson en el papel de O’Neill hubiese repetido Kurt Russell o si el Daniel Jackson de James Spader hubiera continuado y no hubiera aparecido el más emblemático Daniel Jackson de Michael Shanks. Hay que decirlo, el Daniel Jackson de James Spader tiene un defecto: James Spader lo hizo sin que el personaje le gustara mucho además de que se le dió un look de geek debilucho, mientras que el Daniel Jackson de Shanks es mas creíble como alguien que es geek pero definitivamente preparado para la aventura y la batalla en misiones en las que esas cosas pasan). Así el problema no es que los personajes de Stargate sean malos respecto de los de SG1 o SGA sino que para una serie se necesita otro tipo de personajes, que lleguen a ser emblemáticos, no estamos hablando de una hora y media, y ya, sino de al menos 14 horas por temporada.
En el ambiente de las series de ciencia ficción la saga Stargate tiene una base sólida de fanáticos (llamados gaters), pero nunca tan grande como las de otros shows como Star Trek (trekkies). Series con bases similares a la de Stargate me atrevo a decir que son Farscape y Firefly (la cual, debido a su corta vida, dió como resultado la película Serenity). Sin embargo el fenómeno de la CF televisiva lo ha constituido, a últimas fechas, Battlestar Galactica, basada en el antiguo SciFi. Éste canal se especializaba en series y películas de CF. No en vano salvaron SG1 de la cancelación por parte de Showtime y permitieron la existencia de SGA. El problema fundamental de SciFi ha venido con la costumbre de los canales de guiarse por la audiencia, esta bien que si un programa no tiene audiencia no merece continuar, pero en el tema de la CF muchas veces la audiencia es escasa ya que es un género muy específico. Pero la debacle de SciFi proviene de su cambio a SyFy, lo que les ha permitido introducir programación de lo que ellos llaman fantasía como es «Ghost Hunters» o series «reality» de similar corte. Por otro lado SyFy ha considerado que la producción de películas de fantasía y terror de poca calidad narrativa es mas beneficiosa que producir pocos shows de CF genuina que aunque sean caros sean buenos, además han considerado que para captar una audiencia femenina era necesario introducir una mayor enfoque en las relaciones interpersonales: el prototipo de los nuevos estándares que desembocaron finalmente en el cambio de SciFi a SyFy es ni mas ni menos que Battlestar Galactica, que en mi muy particular punto de vista no es una serie de CF tanto como una serie no es policiaca sólo porque haya disparos.
Es así como llegamos a la serie menos gustada por muchos de la saga Stargate: Stargate Universe. Una influencia muy grande sobre la serie es Battlestar Galactica, que le da su ambiente oscuro y su enfoque algunas veces excesivo en las relaciones personales. No obstante a mi la serie me encantó desde el principio. Fue algo diferente a SG1, la cual me encanta como habrán podido ver. En su contra he de decir que los únicos personajes realmente memorables de SGU son Nicholas Rush, gran actuación de Robert Carlyle, y Eli Wallace, los únicos personajes que le daban el espíritu stargate a la serie. Pero ésto no me afectaba en nada para que la serie me gustara. Efectos especiales insuperables para una serie de televisión (razón por la que es cara SGU), diseño de la nave, consolas, y los stargates primitivos fabuloso, por encima del diseño del stargate de SG1 que en los close ups al rotar los símbolos del stargate no podías decir que era de naquada.
Muchos de sus detractores mencionan el problema de la lentitud. Tal parece que ahora todo mundo quiere que en un capítulo te resuman cuatro. Para esos que les preocupa la lentitud entonces seguro no consideran a 2001 la mejor película de ciencia ficción de toda la historia. SGU me pareció de ritmo medio aunque lo que me llegó a molestar es toda la cosa esa de las relaciones humanas heredada de Battlestar Galactica, que a muchos les encanta pero yo detesto. No es en sí que los personajes deberían ser planos pero la profundidad la puedes ir desarrollando en conjunto con la aventura, como en el caso de SG1. Sin embargo el tema no están marcado como Battlestar Galactica o Caprica (la cual fue cancelada por la famosa lentitud).
El otro día vi el final de SGU y al menos fue un final digno, aunque abierto, pero se ve claramente que permitieron los verdugos de SyFy cambiar el final para no hacer parecer que habría una nueva temporada. Sinceramente considero que es el mejor final de una serie de la saga. De todas maneras, los errores que los productores y escritores, seguro bajo imposición de SyFy, cometieron en la primera temporada en la que la acción, excepto por algunos capítulos providenciales, brilló por su ausencia, fueron corregidos de una manera fabulosa en la segunda temporada de la serie. Para mí ésto le debería haber valido a SGU una oportunidad de al menos otra temporada más. Pero en la sociedad consumista que vivimos hoy no es posible mantener las series realmente de CF con una calidad alta. Ni mucho menos pensar que Televisa o TV Azteca pudiesen producir series de CF netamente mexicanas, deberemos de conformarnos con lo que se les ocurra al talento decadente y estancado de los gringos o volar a la siempre rica literatura de CF.